La celebración del Día de Canarias, junto con el
Mes del Libro, es seña de identidad en el Proyecto Educativo del Orobal en sus
dieciséis años de existencia. Año tras año, nuestro esfuerzo se ha centrado en
que nuestros alumnos se empapen de conocimientos acerca de su entorno más
próximo: su archipiélago. Paso a paso vamos recorriendo los entresijos físicos,
culturales y sociales de nuestras islas. Pero, como siempre, el primer avance
es sobre lo más cercano. Por ello nuestro esfuerzo se ha centrado, hasta ahora,
en que los niños y niñas del Orobal conozcan a fondo la isla de Gran Canaria.
Cada año un municipio. Cada año un compendio de costumbres. Cada año un nuevo
estudio, una nueva investigación sobre el dónde, el cómo, el cuándo y el porqué
de las características de nuestros vecinos de la isla.
Este curso le ha tocado a Agaete ser escudriñado por nuestros alumnos. Nos “metemos” en su fiesta tradicional más conocida: la Rama. Dibujamos mapas y coloreamos sus límites geográficos. Nos reímos con las extrañas caras y las dimensiones de sus papagüevos (los más pequeños incluso se han asustado al verlos), disfrutamos con el olor de su café tostado y hemos aprendido cómo se cultiva. Precioso ha sido detenernos en las imágenes fotográficas de antaño, en las que las costumbres, los vestidos y los roles sociales se manifiestan extraños para mentes de tan corta edad. Un traje usado en un carnaval “prohibido” es curioso por su confección, pero más lo es explicar a un niño qué suponía enfundarse en él cuando no estaba permitido hacerlo. Explicar la valentía de un pueblo no es fácil…
Agaete ha sido, además, el lazo que ha unido otra
vez a nuestra Comunidad Educativa en una tarea. No por habitual es menos
satisfactorio comprobar que las familias de nuestros alumnos se vuelcan
nuevamente en decorar el centro, en participar en las actividades como actores
principales o en sentarse con sus hijos a buscar la información que necesitan
para sus trabajos de investigación. Estar codo con codo con el profesorado en
estas tareas es algo que nos enorgullece a todos y demuestra que es cierto que
no todo es el dinero para que un colegio público dé la talla.
En cualquier caso, nada de esto habría sido
posible sin la inestimable colaboración de personas y entidades, que han puesto
a nuestra disposición material y esfuerzos personales para que los alumnos del
Orobal conozcan de primera mano su municipio. Hablamos del Excmo. Ayuntamiento
de Agaete, del artista Pepe Dámaso, de Dª Ana con sus disfraces, de D. José
Juan con sus fotos, de Radio Agaete…y de tantos otros que nos han prestado sus
“tesoros”, sus medios y su tiempo para el disfrute de nuestros niños. Gracias a
todos.
Los que lo vieron de primera mano parece que
disfrutaron. Sobre todo con la Banda de Agaete en el acto final del lunes 28.
Pero también con las obras y bailes de los niños (por cierto, felicidades a
Luz, la “seño” de música, por su fantástico trabajo y a Héctor, Nuria y Mª
Carmen por la preciosa obra de los niños de NEE)
Hasta el año que viene.